El uso de autoclaves en la elaboración de vino espumoso, especialmente el método Charmat (o método del tanque), es una práctica específica y común. Abordemos cómo se utilizan los autoclaves en este contexto:
Para qué sirve:
Refermentación:
Se utilizan autoclaves para realizar la fermentación del vino base. En el método Charmat, el vino se traslada al autoclave y se le añade una mezcla de azúcar y levadura para iniciar la segunda fermentación. Esto crea las burbujas de dióxido de carbono responsables de la efervescencia del vino espumoso.
Preservación de las Características Aromáticas:
El uso de autoclaves puede ayudar a preservar las características aromáticas de los vinos, ya que el proceso es más rápido y se realiza en condiciones controladas.
Cómo funciona:
Traslado Vino Base:
Después de la fermentación inicial, el vino base se transfiere al autoclave.
Adición de Levadura y Azúcar:
Se sella el autoclave y se añade la mezcla de levadura y azúcar al vino base. Esto inicia la segunda fermentación.
Presurización y Fermentación:
El autoclave está presurizado para mantener el dióxido de carbono producido durante la fermentación disuelto en el vino. La presión también acelera el proceso.
Control de temperatura y tiempo:
La temperatura y el tiempo se controlan cuidadosamente para garantizar que la refermentación se produzca de manera controlada y eficiente.
Filtrado y Embotellado:
Una vez completada la segunda fermentación, el vino espumoso pasa por un proceso de filtración para eliminar la levadura muerta y otros sedimentos. Luego se embotella el vino. Este método, conocido como "método Charmat" o "método en depósito", es una alternativa al método tradicional de elaboración de vinos espumosos, denominado "método tradicional" o "método clásico", en el que la segunda fermentación se realiza directamente en el botella. El método Charmat se elige a menudo para la producción a gran escala de vinos espumosos frescos y afrutados. |